Hace pocos días fui a la Patagonia a festejar junto a mi amado hijo y sus amigos su cumpleaños numero 27, el primero sin su “mamucha” Cris.
Fue un viaje maravilloso por el lugar, El Chalten – Santa Cruz, y por el trato tan comprensivo y cariñoso que le dieron “los pibes porteños-patagonicos” a este jovato tanguero malherido por la vida.Mas alla de los hermosos paisajes nevados que pude disfrutar plenamente, vivi algunos momentos distintos, que no te suceden en la gran ciudad.Llegada la noche, tarde, me dirigía hacia la habitación numero 4 del hotel La Aldea, disponiéndome a descansar rodeado de mis recuerdos hermosos relacionados con “mamucha”.
Afuera el bellísimo paisaje nevado con el Fitz Roy como guardian. Adentro la calidez de los ambientes calefaccionados de la Patagonia, a veces en exceso, que te invitan a descansar.
Pero el protagonista principal de la noche es “el silencio”, te invade totalmente y te hace sentir su presencia.Hombre precavido vale por dos… Lleve mi radio multibanda, con la esperanza de escuchar algunas emisiones extrañas de otras latitudes, nunca pude enganchar nada audible que valiera la pena.Sin embargo, podía escuchar dos emisoras de FM. Una transmitia la programación local y la otra retransmitía el aire de radio Provincia de Santa Cruz, en Rio Gallegos.Una vez mas comprobé que se vive como se puede y con lo que se tiene. Acostumbrado a un dial infectado de emisoras en AM y FM, tener solo dos emisoras, me pareció, a priori, desesperante, por la poca oferta y la reconocida chatura de sus programas. Pero no fue frustrante mi experiencia. Los mejores programas los tiene la radio de El Chalten: música popular de todo tipo, incluidos tango y folklore, y retransmisones de algunos programas de emisoras de FM de Buenos Aires.En la otra, la de Rio Gallegos, capital de la provincia, con repetidoras en todas las ciudades, una cartelera deleznable. En la noche aparece una locutora amanerada, inculta, con una sobredosis de doble intención, leyendo permanentemente los mensajes de sus oyentes de toda la provincia, con neto corte morboso y barato. Eso deberían dejarlo para quienes no tienen posibilidad , por carencias propias de aislamiento, de una producción respetable. Pero la radio oficial de Santa Cruz….????
Por todo esto, lógicamente, me dormía y me despertaba escuchando esa única emisora del Chalten. Y me dio unas cuantas satisfacciones.En una de esas noches pude deleitarme con un programa que conducía Tom Lupo y en el que se leían poesías. Asi pude meterme, sin querer, en los maravillosos versos de Gotan, de ese enorme Juan Gelman, con quien me siento identificado por muchos motivos. Por su sufrimiento, sinceridad, honestidad y visión tan clara de la vida y la perversidad de los poderosos. Ademas de nuestras raíces en común: Villa Crespo y Atlanta.
Como podrán apreciar son muchas las vivencias entrelazadas, pero todas contenidas en lo maravilloso de las ondas herzianas. Una vez mas la radio fue protagonista de mi vida, medio que me dio todo, económica y culturalmente. Aquí también apareció como compañera inseparable. Aquí también, una vez mas, comprendi que la soledad no te viene porque si, se adquiere. Si deseas que alguien te acompañe y no te moleste, allí esta la radio. Con música, voces, poemas y el interminable hilo de la fantasia…Parece mentira que tuviera que viajar tantos miles de kilómetros para percibir un hecho tan trascendente en la vida del hombre. No siempre es asi.
Tengo la dicha de vivir en una bellísima Buenos Aires, en un país enorme con paisajes únicos y extensiones interminables, que inspiran a quienquiera que lo viva, aun a los que no sabemos escribir…