sábado, 14 de junio de 2008

Stéphane Grappelli (1908-1997)

Disfrutó de una larga, prolífica y distinguida carrera como el principal instrumentista de violín en el jazz.
Su música y su swing se le recodará siempre unido a la génesis del jazz en Europa de la mano del extraordinario grupo creado en Paris por Django Reinhardt - el mejor guitarrista de jazz europeo- y denominado el "Hot Club Quintet de France".
Sólo en la última parte del siglo XX, otro violinista, Jean Luc Ponty, perteneciente a otra generación de músicos diferentes, se le ha acercado como posible rival.

Grappelli, nació en Paris y fue en su juventud un músico autodidacta, si bien asistió al conservatorio de Paris desde 1924 hasta 1928. En 1927 se interesó por el jazz y comenzó a trabajar profesionalmente en cines y teatros aunque todavía, esas orquestas eran de baile como la estrafalaria "Gregor et ses Grégoriens". Antes de que terminase la década conoció a quien le iba a cambiar la vida musicalmente hablando, el guitarrista belga de raza gitana, Django Reinhardt. Empezaron coincidir en sesiones musicales de manera informal hasta convertirse en el embrión de un grupo que tocaría un jazz excitante y desenvuelto con una base rítmica aportada por las guitarras de Django y su hermano. El "Hot Club Quintet de France" nació oficialmente en 1934 y no tardó mucho tiempo en convertirse en un combo muy popular por toda Europa. Grappelli estuvo con Django cinco largos y fructíferos años, y abandonó el grupo en 1939 con la II Guerra Mundial apuntando en el horizonte.

Se trasladó a Londres donde actuó como solista en varios clubes y también colaboró con el pianista, George Shearing.

Terminada la guerra regresó a Francia en 1946 y la muerte de Django un año antes, hizo que enfocara su carrera al margen del grupo creado por ambos. Por aquella época el papel del violín en el mundo del jazz era muy minoritario y Grappelli no obtuvo el reconocimiento y el favor del público hasta muy entrada la década de los sesenta.

En 1969 participó en el Festival de Jazz de Newport y se unió en 1972 al trío del guitarrista, Diz Dizley. Desde entonces y prácticamente hasta su muerte, Stéphane Grappelli, grabó y viajó sin descanso por todo el mundo con diferentes tríos- su formato preferido- e incluso participó fuera del jazz con músicos adscritos a otras corrientes musicales como con el pianista, André Previn o el violinista de música clásica, Yehudi Menuhin.

martes, 10 de junio de 2008

Django Reinhardt (1910-1953)

Nació en Bélgica en el seno de una familia gitana y fue el primer músico de jazz europeo de aceptación universal, y también el más grande hasta ahora. Analfabeto, autodidacta, incapaz de escribir una sola nota o de leer una partitura, era también un hombre con poca disciplina para el estudio, jugador empedernido y juerguista a más no poder.

Django Reinhardt, no obstante fue un músico extraordinario, lleno de inventiva y creatividad y supo adaptar la música que venía de América a sus habilidades con la guitarra, a pesar de que en una de ellas, le faltaban dos dedos, percance este ocurrido cuando durmiendo se declaró un pequeño incendio que lo tuvo hospitalizado mas de un año y que facilitó su acercamiento al jazz.
Uno de sus hermanos le llevó al hospital una guitarra y desde entonces cambió el banjo por ésta que ya no dejó hasta el final de sus días, teniendo que inventar una nueva técnica de digitación acorde a sus facultades físicas mermadas.

Fue una referencia indiscutible e indispensable no solo para su generación sino para todos los guitarristas de jazz posteriores.

Discutido siempre, y discutida su música, lo que es indudable, es que la guitarra de este "gitano de los dedos de oro" como se le conocía, tenia un swing irresistible y sus acordes eran de una lógica asombrosa y de una inventiva extraordinaria.

Su música siempre terminaba en si misma y de una manera casi mágica, siempre coincidían el principio y el final de la exposición con las partes equivalentes de la audición creando así una especie de complicidad con quien la escuchaba.

Django Reinhardt, además de un gran músico, tuvo la virtud - poco común en la historia del jazz- de liderar con destreza un grupo de músicos que dieron muchos días de gloria a esta música.

En 1934, en compañía de su hermano, Joseph, fundó con ocasión de un concierto en Paris, el grupo que se encargaría de difundir el jazz por centroeuropa en los años previos a la II Guerra Mundial: el "Quintette Du Hot Club de France", un combo formado por dos guitarras rítmicas, además de la solista, contrabajo y violín solista. El violinista era, Stéphane Grappelli, (1908-1997) un parisino que rápidamente se convirtió en la otra estrella del pequeño grupo basado en la excelente afinidad y compenetración con Django.

En 1936, apenas dos años después de la formación del quinteto, el grupo estaba perfectamente consolidado y en 1937 realizó sus primeras giras internacionales. En muchas de ellas participaron grandes instrumentistas americanos que se encargaron de dar lustre y categoría al quinteto francés: Benny Carter, al saxo alto o Coleman Hawkins al saxo tenor, fueron los solistas mas destacados que tocaron junto al gran Django Reinhardt.

La II Guerra Mundial les sorprendió en Londres donde se quedó Grappelli, volviéndose el resto del grupo a Francia. Mientras el resto de sus hermanos de raza sufrió la persecución y los campos de concentración, Django Reinhardt, tuvo la suerte de ser el protegido de uno de los funcionarios de la administración nazi aficionado a su música. Paradójicamente, Django Reinhardt y su música fue, durante la ocupación nazi de Paris, uno de los símbolos culturales de la Resistencia.

La fama de Django - que el en un exceso de fanfarronería alardeaba y engrandecía - llegó a oídos del mismísimo Duke Ellington, y hasta los Estados Unidos viajó el guitarrista belga convencido de que su fama era mayor de lo que en realidad era.

Django Reinhardt, dejó tras de sí una amplísima estela de seguidores incondicionales que lo consideran sin ninguna duda, el padre de todos los guitarristas de jazz europeos. Desde Jaco Pastorius o John Mclaughlin, en el jazz moderno a Jimmy Raney o Wes Montgomery, en el tradicional, todos coinciden en que este gitano belga dio un vuelco espectacular a la música en Europa.
Django Reinhardt, falleció el 16 d mayo de 1953 en la localidad francesa de Fontainebleau cuando apenas tenía 43 años. Pero a Django lo mantienen vivo sus cerca de 300 grabaciones y una legión de seguidores de su estilo, tanto gitanos: Bireli Lagrene, Elios Ferré, o Christian Escoudé, como “payos “, entre los que se encuentran, René Thomas, Philip Catherine, Larry Coryell, o Jim Hall. Recientemente Woody Allen le ha dedicado una de sus últimas películas, ”Acordes y Desacuerdos” (1999)
Su hueco en la guitarra de jazz europea todavía está sin ocupar

lunes, 12 de mayo de 2008

Atahualpa Yupanqui Biografía


Atahualpa Yupanqui (1908-1992)

Nació en 1908 en la Provincia de Buenos Aires, Partido de Pergamino. Su verdadero nombre fue Héctor Roberto Chavero. Durante la adolescencia adoptaría el seudónimo que lo acompañaría para siempre y por el cual todos lo hemos conocido: Atahualpa Yupanqui.
Entre sus antepasados se encuentran indios, criollos y vascos: "En aquellos pagos del Pergamino nací, para sumarme a la parentela de los Chavero del lejano Loreto santiagueño, de Villa Mercedes de San Luis, de la ruinosa capilla serrana de Alta Gracia. Me galopaban en la sangre trescientos años de América, desde que don Diego Abad Martín Chavero llegó para abatir quebrachos y algarrobos y hacer puertas y columnas para iglesias y capillas (...) Por el lado materno vengo de Regino Haram, de Guipúzcoa, quien se planta en medio de la pampa, levanta su casona, y acerca a su vida a los Guevaras, a los Collazo, gentes 'muy de antes' ..." ("El canto del viento" I ).

Los primeros años de su infancia transcurren en Roca, pueblo de la provincia de Buenos Aires donde su padre trabaja en el ferrocarril. Allí sus días transcurren entre los asombros y revelaciones que le brinda la vida rural y el maravilloso descubrimiento del mundo de la música, al que se acerca a través del canto de los paisanos y el sonido de sus guitarras:

"... mientras a lo largo de los campos se extendía la sombra del crepúsculo, las guitarras de la pampa comenzaban su antigua brujería, tejiendo una red de emociones y recuerdos con asuntos inolvidables. Eran estilos de serenos compases, de un claro y nostálgico discurso, en el que cabían todas las palabras que inspirara la llanura infinita, su trebolar, su monte, el solitario ombú, el galope de los potros, las cosas del amor ausente. Eran milongas pausadas, en el tono de do mayor o mi menor, modos utilizados por los paisanos para decir las cosas objetivas, para narrar con tono lírico los sucesos de la pampa. El canto era la única voz en la penumbra (...) Así, en infinitas tardes, fui penetrando en el canto de la llanura, gracias a esos paisanos. Ellos fueron mis maestros. Ellos, y luego multitud de paisanos que la vida me fue arrimando con el tiempo. Cada cual tenía 'su' estilo. Cada cual expresaba, tocando o cantando, los asuntos que la pampa le dictaba" ("El canto del viento" I).

Y la guitarra será un amor constante a lo largo de toda su vida. Luego de un breve y fracasado intento con el violín, comienza a tomar clases de guitarra con el maestro Bautista Almirón, y allí queda marcado a fuego su destino y su vocación. Descubre, además, la existencia de un vasto repertorio que excedía los temas gauchescos.

"Muchas mañanas, la guitarra de Bautista Almirón llenaba la casa y los rosales del patio con los preludios de Fernando Sor, de Costes, con las acuarelas prodigiosas de Albeniz, Granados, con Tárrega, maestro de maestros, con las transcripciones de Pujol, con Schubert, Liszt, Beethoven, Bach, Schumann. Toda la literatura guitarrística pasaba por la oscura guitarra del maestro Almirón, como derramando bendiciones sobre el mundo nuevo de un muchacho del campo, que penetraba en un continente encantado, sintiendo que esa música, en su corazón, se tornaba tan sagrada que igualaba en virtud al cantar solitario de los gauchos" ("El canto del viento" II).

Sus estudios no pudieron ser constantes ni completos, por diversos motivos: falta de dinero, estudios de otra índole, traslados familiares o giras de concierto del maestro Almirón, pero como él mismo señala estaba el signo impreso en su alma, y ya no habría otro mundo que ése: ¡ La Guitarra !

"La guitarra con toda su luz, con todas las penas y los caminos, y las dudas. ¡ La guitarra con su llanto y su aurora, hermana de mi sangre y mi desvelo, para siempre !" ("El canto del viento" II).

Cuenta con 9 años cuando su familia viaja al Tucumán, provincia a la que volverá repetidas veces a lo largo de su vida, y a la cual lo une un profundo afecto. En el terreno musical, describe este lugar como "el reino de las zambas más lindas de la tierra". Muchas canciones suyas han sido dedicadas al Tucumán o han evocado su gente y sus parajes: la famosísima "Luna tucumana", "Nostalgias tucumanas", "Adiós Tucumán", "Zamba del grillo", "La tucumanita", "La pobrecita", "La raqueña", etc.
Durante su adolescencia regresa a la provincia de Buenos Aires, a Junín. A partir de los 18 años inicia un peregrinaje casi constante, que lo llevará por los más diversos lugares: la ciudad de Buenos Aires, Entre Ríos, el Uruguay, Santa fe, Rosario, Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, La Puna, La Rioja, etc.
Como señala Felix Luna, durante mucho tiempo resulta imposible seguir en detalle su itinerario: "Son años y años de andar de aquí para allá, pasando a veces por un pueblo u otro, deteniéndose otras veces por años en cualquier lugar" .

En esos años de adolescencia y juventud, además de su trabajo como músico, se desempeña en distintos oficios para ganarse la vida. Fue así, entre otras cosas, hachero, arriero, cargador de carbón, entregador de telegramas, oficial de escribanía, corrector de pruebas y periodista.
También fue común, durante esos primeros años, que recorriera junto con un amigo distintos pueblos del interior proyectando películas en una sábana que utilizaban como pantalla. Terminada la película, venía el concierto de guitarra a cargo de Atahualpa.

Por esas vueltas que tiene la vida, encontrándose en la ciudad de Rosario, donde se desempeñaba como periodista en un diario dirigido por Manolo Rodriguez Araya, le llegó la noticia de la muerte de su maestro de guitarra, Bautista Almirón, y el encargo del director del diario de escribir una crónica sobre su fallecimiento.

"Sentado frente a una máquina de escribir, rodeado de muchachos que trabajaban cada cual su tema, que gritaban cosas y nombres y deportes, y telefoneaban afiebradamente, estaba mi corazón desolado. ¡ Y tan lejos de ahí !. ¡Qué selva de guitarras enlutadas contemplaban mis ojos en la noche! El destino quiso que fuera yo, aquel chango lleno de pampa y timidez, quien escribiera una semblanza del maestro. De un tirón, como si me hubiera abierto las venas, me desangré en la crónica. Hablé de su capa azul y su chambergo, de su guitarra y de su estampa de músico romántico, sólo comparable a Agustín Barrios en el sueño y el impulso. (...) Y luego caminé, no sé por dónde, en la ciudad desconocida. Revivía uno a uno, los detalles de mi conocimiento del maestro Almirón. Tenía necesidad de nombrarlo para mí solo en la noche. Y no me animé a verlo muerto. Quiero creer que sigue por ahí, trajinando mundo con su capa y su guitarra y su arrogancia" ("El canto del viento" IV).

Hacia fines de la década del '30 comienza a efectuar sus primeras grabaciones difundiendo, también, su propio cancionero. Registra así, para el sello RCA Victor numerosos cantos y danzas, como "La zamba del cañaveral", "La andariega", La arribeña", "La churqueña", "Tierra Jujeña", "Kaluyo de Huascar", "Viento, viento", "Camino de los valles", "Cañada Honda", "La viajerita", "La raqueña", etc. (Fernando Boasso - "Tierra que anda ..." , pág. 42/43).
En la década del '40 suma a su actividad como compositor e intérprete la de escritor, publicando sus dos primeros libros: "Piedra Sola" (Jujuy) en 1941 y "Aires Indios" (Montevideo) en 1943.
Más adelante publica la novela "Cerro Bayo", en la que luego se basaría el guión de la película "Horizontes de Piedra".
Continúan sus grabaciones: "Viene clareando", "Hui jo jo", "Ahí andamos señor", "El arriero", "Zamba del grillo", "Chilca Juliana", "La añera", "La pobrecita", "Camino del indio", entre otras, van cimentando su fama y su prestigio en todo el país.

En 1945 se afilia al Partido Comunista, vínculo que mantendrá hasta el año 1952, fecha en que renuncia al mismo retomando una posición política independiente. Esta afiliación y su actitud crítica ante el gobierno peronista le valdrán un silenciamiento forzoso durante todos esos años. Sus actuaciones fueron prohibidas, no participó en programas radiales, sus grabaciones se interrumpen desde 1947 hasta 1953. Tampoco se permitía la interpretación de sus temas por otros artistas.
Es detenido y encarcelado en ocho oportunidades.
Comienzan en estos años sus retiros en la localidad de Cerro Colorado, en la provincia de Córdoba, donde levanta su casa, y sus viajes por Europa donde obtendrá un reconocimiento excepcional.
En 1949 actúa en distintos países de la órbita comunista: Hungría, Checoslovaquia, Rumania y Bulgaria. Recala luego en París, donde se vincula con distintos artistas e intelectuales del momento. Conoce a Edith Piaf quien queda impresionada con su arte y lo invita a participar en sus propios recitales ante el público parisino, en los que obtiene un resonante éxito. En 1950 obtiene el premio de la Academia Charles Cross de París al mejor disco folklórico del año.
A partir de 1953 se levanta su proscripción y vuelve a grabar en forma sostenida: "Tierra querida", "Chacarera de las piedras", "Recuerdos del Portezuelo", "La Tucumanita", "Indiecito dormido", "Lloran las ramas del viento", "La humilde", "Le tengo rabia al silencio", "Luna Tucumana", etc., etc.
Retoma, también, sus actuaciones en Buenos Aires y el interior del país.
En la década del '60 además de sus giras de concierto por Europa, comienza a actuar en el Japón, donde nuevamente obtiene un profundo reconocimiento. Continúa con sus grabaciones: "Los ejes de mi carreta", "Sin caballo y en Montiel", "La alabanza", "Cantor del sur", "El árbol que tu olvidaste", "El payador perseguido" entre muchos otros títulos. Edita, asimismo, uno de sus libros más importantes: "El canto del viento".
En 1967 obtiene el Premio del Festival de Cosquín y en 1968 y 1969 el Premio de la Academia Charles Cross de París al mejor disco extranjero.


De aquí en adelante el reconocimiento de su propio país, América y Europa se ve plasmado en una serie de premios y homenajes: El escenario del Festival Folklórico de Cosquín (el más importante de Argentina) es bautizado con su nombre (1972); es nombrado ciudadano ilustre en el estado de Vera Cruz, México (1973); es condecorado por el gobierno de Venezuela (1978); es nombrado Presidente Honorario de la Asociación de Trovadores de Medellín, Colombia (1979); recibe el Diploma de Honor del Consejo Interamericano de Música de la O.E.A. (1983); recibe el Premio Konex de Platino como autor de folklore (1985); Premio "Caballero de las Artes y Letras" del Ministerio de Cultura de Francia (1986); Doctor Honoris Causa en la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina (1990); Ciudadano Ilustre de la ciudad de Buenos Aires (1991).
Fernando Boasso incorpora en su libro una extensa lista de premios y distinciones recibidos por el artista. ("Tierra que anda ...", pag. 183/185).
Compone en París dos cantatas con música de compositores argentinos: "El sacrificio de Tupac-Amaru" (1971) con música de Enzo Gieco y Raúl Maldonado; y "La Palabra Sagrada" (1989) con música de Juan José Mosalini y Enzo Gieco.
Para completar esta sucinta enunciación de sus obras, cabe recordar aquí sus últimos libros: "Guitarra", "El payador perseguido", "Del algarrobo al cerezo" y "La capataza".
A fines de los '80 concreta la creación de la "Fundación Yupanqui".

Cuenta Fernando Boasso: "Por 1987 Don Ata va ultimando los detalles para una fundación, que se concretará en 1989, como Fundación Yupanqui. Declara a 'Clarín' (17 de mayo de 1987): 'Por supuesto, será en Cerro Colorado. Aún no tiene un nombre definido. Será un sitio para los enamorados de la ecología, la naturaleza, la botánica, los idiomas antiguos. En definitiva un hecho cultural en una zona alejada de todo, y un canto de amor muy personal a la tradición. Tengo muchas expectativas de todo esto. Tal vez, cuando yo no esté en el mundo, ese modesto centro centro de ideas continuará de algún modo con mis ideas, con mis afectos'. (...)'Lo pensamos con mi amigo, el investigador Rex González. Tenía cosas muy valiosas, iba a causar muchos problemas para el hijo tener que conservarlas. Y entonces dejé para la Fundación mi casa de Cerro Colorado. Tenía una casa grande; la regalé con mis libros, los puñales de mi abuelo, ponchos, aperos, regalos que me fue dando la gente en todos estos años de recorrer el mundo...' ". ("Tierra que anda ...", pág. 111).

Encontrará Ud., en más de una oportunidad, la firma de "Pablo del Cerro" en algunas de las canciones interpretadas por Yupanqui. Se trata del seudónimo artístico de quien fue su esposa: Antonieta Paula Pepin Fitzpatrick de Chavero, la que dejó un grupo de aproximadamente 40 composiciones.
Atahualpa Yupanqui falleció en Francia el 23 de mayo de 1992. Sus restos descansan ahora en el Cerro Colorado, Provincia de Córdoba, República Argentina.

Extraído de http://www.todo-argentina.net/biografias/Personajes/atahualpa_yupanqui.htm

jueves, 1 de mayo de 2008

Waldo de los Ríos (crónica policial del 30/03/1977)

Waldo de los Ríos, muerto de dos disparos en la cabeza

PEDRO MONTOLIU 30/03/1977
EL PAIS (diario Español)

Todo hace pensar en un suicidio
Un día después de que el compositor Waldo de los Ríos, 43 años, casado y sin hijos, fuera encontrado muerto con dos disparos en la cabeza en su chalet del parque del Conde de Orgaz, continúan las investigaciones policiales, a pesar de que todos los indicios parecen apuntar hacia un suicidio, provocado por una crisis depresiva que el autor atravesaba durante las últimas semanas. Según se pudo saber en medios policiales, en la misma cama donde apareció muerto había extendidas cuatro fotos de un joven del que se desconoce la identidad.

Sobre las once y media de la noche del lunes, dos amigos del compositor argentino, Eladio Blázquez (?) y Eduardo Lopesino, acudieron al chalet El Olivo, para visitar a Oswaldo Nicolás Ferrando, verdadero nombre del artista. Ante las llamadas, a las que no respondía nadie, los visitantes entraron en la casa que el músico tenía por costumbre dejar abierta. Sobre la cama, boca arriba, vestido de calle, con las gafas puestas y con el lado derecho de la cabeza destrozado, Waldo de los Ríos fue encontrado muerto. Avisada la policía varios funcionarios se dirigieron al chalet situado en una zona residencial. Según manifestarían después tuvieron grandes problemas para entrar, ya que seis perros guardaban la casa. Una vez reducidos, los policías encontraron el cuerpo del compositor, en cuyo lado derecho había una escopeta de caza, de dos cañones y de calibre doce. Fuentes policiales ampliarían posteriormente que el arma apuntaba al lado derecho de la cabeza y que estaba sostenida por la mano del compositor fallecido. «En principio parece un suicidio. De todas formas la investigación no ha concluido todavía. »

Dos horas después su esposa, la actriz Isabel Pisano, recibía la noticia en un programa que estaba grabando para Radiotelevisión Española, en Roma, donde se encuentra desde hace meses.

Depresión

Aparte de las investigaciones sobre el posible suicidio, las circunstancias conocidas del músico en las últimas semanas indicaban que tal desenlace por día estar dentro de lo posible.« El señor estaba ayer más deprimido que de costumbre. Había perdido mucho peso, se encontraba enfermo», manifestó a EL PAIS : su asistenta, única persona que diariamente iba a la casa del compositor ahora muerto.
«Me fui ayer sobre la una de la tarde. No, no salió en toda la mañana e ignoro si esperaba a alguien. No hablaba mucho. Yo me enteré esta mañana cuando vine a limpiar; la policía no me dejó entrar.» Preguntada sobre si celebraba fiestas durante la noche o era visitado por alguien la empleada, que no quiso facilitar su identidad, contestó negativamente. «Nunca vi nada; el señor ni bebía.»

Empleados del parque informaron sobre lo contrario. Incluso el mismo lunes fue visto en su coche, un Lamborghíni Jarama, de color verde, conduciendo bruscamente por la urbanización. Sobre las cuatro y media llegó a su casa, donde frenó violentamente su automóvil y saltó, como hacía últimamente, la cancela de su casa.
Otras informaciones recogidas apuntan a que el compositor podría estar verdaderamente enfermo, causa de su disminución de peso y de la vida especial que llevaba en las últimas semanas.
«No, la señora no quiere responder a ninguna pregunta. Se encuentra bastante mal. Nos cuesta creer que sea un suicidio, no sabemos qué pensar, esa es la verdad », fueron las únicas manifestaciones obtenidas entre los amigos del compositor cuando un redactor de EL PAIS visitó el chalet.

miércoles, 30 de abril de 2008

Waldo de los Ríos / Biografia

Waldo de los Ríos nació en Buenos Aires el 7 de Septiembre de 1934, en una familia de músicos dedicados a la música folklórica, su padre era músico y su madre fue una de lás más grandes intérpretes del género.
La Carrera musical de Waldo comenzó acompañando como pianista a su madre (con quién realizó extensas giras por Centro y Sudamérica) perfeccionándose y tomando contacto con la raíz musical del Continente.
A los 14 años ingresa en el Conservatorio Nacional de Música y arte Escénico Carlos López Buchardo, dónde se recibe como profesor.
Estudia Composición con Alberto Ginastera y más tarde con Teodoro Fuchs.
Al mismo tiempo comienza a escribir música y desde muy joven se convierte en un experto en materia de grabaciones y de acústica.

A sus 25 años es ampliamente reconocido en Hispanoamérica como una autoridad en la rica tradición musical del continente, y reconocido a la vez como Compositor, Director, Arreglista y Pianista de gran Talento.
Obtiene varios premios internacionales y en 1958 es invitado a Estados Unido y presenta junto a Percy Faith, Michel Legrand, Frank Devol y André Kostelanetz su “Suite Sudamericana” con la que irrumpe en el plano internacional.
En 1962 viaja a España y se queda a vivir en España, donde se convierte en artista exclusivo de Hispavox.

Compuso música para varios largometrajes como “Escala en Hi Fi” o “Whisky y Vodka”, “Boquitas Pintadas”, “Pampa Salvaje” (que le valió un premio a la mejor música para cine en Argentina), “Los Dioses Ajenos” (premiada en Berlín como mejor banda sonora), y otras…

Acompaño con sus arreglos a muchas figuras como Raphael, Paloma San Basilio, Julio Iglesias, Alberto Cortéz, Joan Manuel Serrat, José Luis Perales, Camilos Sesto, y muchos otros…

Sus arreglos de música clásica son populares en todo el mundo, el éxito de sus arreglos orquestales de la Sinfonía número 40 de Mozart, la versión actualizada de una de las páginas más gloriosas de la música clásica figuró en todas las listas de éxitos durante semanas como LP más vendido y junto a la música más escuchada del momento.

También sus LP “Óperas”, “Nabucodonossor”, batieron records mundiales, “Corales” fue su disco póstumo y cierra su labor orquestal sobre los clásicos.

Su biografía termina diciendo sin temor a equivocarse que
Waldo de los Ríos fue y sigue siendo uno de los contados nombres que pueden ser tomados como ejemplo de “Músicos del Siglo XX”.

Extraído de la Página www.waldodelosrios.es dedicada al músico por su esposa la actriz Isabel Pisano

martes, 1 de abril de 2008

Sandra Luna & Raúl Luzzi en "Cine de Barrio"

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Éste Sábado 29 de Marzo a las 14 hs,
Canal 7, "Cine de Barrio"
proyectará una de las películas de Carlos Gardel.
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Sandra Luna & Raúl Luzzi,

Artistas Invitados a este ciclo

Intespretarán canciones Gardelianas, imperdible !!!

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sábado, 8 de marzo de 2008

viernes, 7 de marzo de 2008

jueves, 6 de marzo de 2008

Programa 4

Programa 3

miércoles, 5 de marzo de 2008

martes, 4 de marzo de 2008

lunes, 3 de marzo de 2008

domingo, 2 de marzo de 2008

sábado, 1 de marzo de 2008